miércoles, 16 de marzo de 2011

Amaneceres Cautivos

Hoy continuamos con otra de las novelas de Nieves Hidalgo: Amaneceres Cautivos.

Sinopsis:
Marina Alonso y de la Vega sufre el acoso de quienes la creen demente, usurpándole casi todos sus bienes. Carlos Arteche y Ruíz de Azcúnaga, conde de Osorno, íntimo del fallecido Juan, está seguro de que su amigo ha sido asesinado y jura encontrar a los culpables. Esto le lleva a conocer a la mujer que nunca aceptó para Juan y, a su pesar, la atracción surge entre ambos sin que ninguno pueda remediarlo.

En una época revuelta, donde los Comuneros se oponen al rey y quieren desligarse definitivamente de Flandes, donde Carlos V da muestras de su orgullo y la reina Juana, desde su encierro de Tordesillas intenta mediar en el conflicto, Marina y Carlos se verán envueltos en dos guerras: la que vive España y la que libran sus propios corazones.

Sus mejores frases:


“- Ahora rehuís mi compañía señora. Puede que en un futuro no muy lejano seáis vos la que me busque.” (Carlos)

- Cuando el infierno y el culo de Satanás se congelen, conde. ( Marina )

- Vigilare el trasero de Lucifer, anhelando el momento, señora.” (Carlos)

“¡Juro por Dios que os voy a poner sobre mis rodillas y propinaros tantos azotes que no seréis capaz de sentaros en un mes!” (Carlos)

“Empiezo a estar harta de que todo lo cómodo sea para los varones. La ropa, el lenguaje y la libertad. Creo que nosotras tenemos dos piernas, que bien se pueden enfundar en calzones y sabemos palabras malsonantes que podemos utilizar y tenemos derecho a hacer lo que nos plazca” ( Marina )

“¿A qué debo el honor de esta visita? ¿Otra de vuestras salidas nocturnas, cariño? ¿Con qué fin esta vez? Veo que vuestra afición por disfrazaros toca todos los registros. Pero poneos cómoda, por favor, estáis en vuestra casa” (Carlos)

“Tampoco es necesario saltar de cama para demostrar que se es un hombre de verdad” (Carlos)

“Concededme un poco de crédito. No estoy tan decrépito para no distinguir cuando el sonrojo de una mujer se debe al calor, o cuando a otros motivos…” (Carlos)

“- Sois demasiado arrogante, conde

- Culpable.

- Y demasiado insolente.

- Culpable también.

- ¿Engreído?

- Lo confieso señora.

- Desvergonzado, cínico, impertinente, atrevido…

- ¡Santa madre de Dios, frenad vuestra lengua! Vais a acabar con todos los insultos del vocabulario. ¿Os queda alguno en el tintero?

- Deberían ahorcaros.

- Acepto, si eso os hace sonreír como cuando observabais el retablo en la catedral.”

( Marina y Carlos )


...de la novela de Nieves Hidalgo

2 comentarios:

  1. Ay, preciosa, pero qué bonito te queda.
    Gracias de nuevo, eres un sol.

    Mil besos

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  2. De gracias nada, es lo menos que puedo hacer...
    Gracias a ti por todo lo que escribes...por haberme hecho soñar con cada libro. ¡Un besoooo!

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