viernes, 27 de mayo de 2011

Noches de Karnak

Sinopsis:
Muchos siglos atrás, las divinidades egipcias -ya sabemos que los dioses son caprichosos- regalan la tablilla de la Vida Eterna a un campesino. El extraordinario objeto pasrá de mano en mano hasta que el faraón Tutmosis III lo hace enterrar convencido de que será para siempre. Una diosa-demonio había prometido entregar la tablilla a su fiel servidor, Seneptha, pero éste muere a manos del guerrero Karemheb, El Guardián del Valle de los Reyes, y la diosa se venga ordenando que lo asesinen y lo entierren en la tumba de Seneptha. En nuestros días, los argueólogos Esther Rivet y Moses Connor, descubren la tumba de Seneptha, y en ella una tablilla y un anillo. Y sin proponérselo resucitan al servidor de la diosa. Pero Seneptha no volverá a la vida solo... Karemheb, el ancestral guerrero lo hará con él. Esther no puede remediar enamorarse del enigmático ser de otro tiempo. Y la atracción entre ambos acabará por convertirse en un amor por el que estarán dispuestos a enfrentarse a todo, e incluso a morir por preservarlo.

Algunas de sus frases:

“- No tienes identificación. Apenas vas vestido. No sabes quién es tu familia…Te van a tomar por loco.

- ¡Sé perfectamente quien es mi familia! – gritó él, encarándola - ¡Lo que sucede es que murieron hace tres mil años!”

******

"- ¿Qué…? – Esther quiso socorrerlo, pero él la detuvo.

- Él está aquí.

-¿Quién?

- Mi enemigo.

- ¿Quién es ese enemigo?

- Seneptha.”

Moses alzó los brazos al cielo, exclamando:


- ¡Como una chota!

- No soy el único que ha regresado, profesor.

- ¡Seguro que no! – zanjó Connor, visiblemente molesto por la nueva deriva – Cuando regrese Ramsés, avíseme, ¿le parece bien?”

******

"- Si hubieras nacido en mi tiempo, podrías haber llegado a conquistar el corazón de un faraón.

- ¿De Horemheb? – bromeó ella.

- ¿Por qué no? Eres muy hermosa. ¿No me crees?

- Tengo ojos.

- ¡Y qué ojos! ¡Por la diosa Isis! Dos pozos de…

- ¿Quieres callarte de una vez? – le rogó nerviosa.”

******

“Karemheb se dio un respiro, apoyando su boca en el cuello femenino. Respiraba agitadamente y tenía los puños apretados contra el muro. Era eso o tomarla en brazos, buscar un portal y poseerla como un maldito perro en celo.”

******

“¡Maldito fuera! A sus labios acudió una palabra que consiguió silenciar. ¿Sería posible? Alentaba su fuego interior, la ponía a cien por hora y después parecía que se olvidaba de ella. ¡Joder! Todos los tíos eran iguales, fuera de la época que fuesen.”


******

“No podía soltarle simplemente: ‘Mira, príncipe de los faraones, estoy que bebo los vientos por una momia’”


******

“Si tenía que renunciar a sus dioses, a todos y cada uno de ellos, lo haría. Si tenía que que viajar al inframundo donde reinaba Anubis para rescatarla, viajaría. Si tenía que volver a matar por protegerla, mataría. ¡Pero Esther era suya!”


(Noches de Karnak de Nieves Hidalgo)

2 comentarios:

  1. Una vez más, me asombras, pequeña. Las fotos son de lo más adecuado y las frases que has elegido me encantan.
    No sé ya cómo darte las gracias, de verdad, porque cada día me dejas buen sabor de boca con tus regalos.
    Miles y miles y miles de besos.

    ResponderEliminar
  2. No me tienes que agradecer nada mi niña. Al revés, mil gracias a ti por tus maravillosas obras que me invitan a tales cosas. ¡¡Te quierooooo!!

    ResponderEliminar