viernes, 14 de enero de 2011

Poetas Inéditos... (2ª Parte)


Las Rimas

• En junio 1868 Bécquer compone una introducción sinfónica como prólogo para el ‘Libro de los gorriones’. Donde insiste una vez mas en la radical separación entre inspiración y expresión.
• No se tiene una fecha exacta de la composición de las Rimas. Bécquer publicó en vida solo 16 de de estas composiciones, que fueron apareciendo en periódicos y revistas de la época. De manera que solo se puede afirmar que comenzó a componer las rimas a finales de 1859, fecha de publicación de la primera (que aparece con el numero XIII en sus obras) y que terminó en 1868, pues fue en ese año en que desapareció el manuscrito que entregó a González Bravo.
• Este conjunto de poemas que son las ‘Rimas’ cantan el amor gozoso y el dolor producido por su desesperación.
• Se caracterizan por su brevedad y su rima es asonante.
• Pueden estructurarse en cuatro grupos que conllevan a otros tantos temas:
o La primera parte abarca las rimas I-VIII: Se centra en la esencia de la poesía y en el papel que desempeña el poeta.
o La segunda parte engloba las rimas IX-XXIX: Tiene como núcleo principal la luminosidad del amor en su fase gozosa y esperanzada.
o La tercera parte consta de las rimas XXX-LIV: Está dominada por el desengaño y la tristeza causada por el amor frustrado.
o Y la cuarta y última parte esta formada por las rimas LV-XXVI: Tiene como núcleo fundamental la soledad y la desesperación.
• De modo que ya no solo muestran el drama humano del amor gozoso, sino también ese amor transformado en dolor y desesperación, en ansias de muerte por el amor no correspondido.
• Aunque también ilustra una teoría poética en la que pone de manifiesto sus ideas sobre la poesía y la creación poética.


1. Sobre la poesía

- En esta parte Bécquer trata de acercarse a la esencia de la poesía, el lenguaje y el papel del poeta.
- Concibe la poesía como algo inefable y misterioso. Y a pesar de la pobreza del lenguaje para expresar las ideas y emociones el poeta anhela que sus palabras tuviesen el poder de ser “a un tiempo suspiros y risas, colores y notas”.
- Vuelve a insistir en la oposición entre la inspiración y la razón. La razón ha de frenar el ímpetu de la inspiración. (Rima III)
- La palabra es insuficiente para expresar lo poético, porque simplemente, la sobrepasa. El poeta se lamenta por ello de la deficiencia del lenguaje.
- Ante la dificultad de expresar lo inefable, el poeta se siente desorientado, “como un ser de paso y perdido en el mundo, sin saber de donde viene y a donde va”.
- Pero también hace eco del concepto de poeta tan usado en el Romanticismo, como un elegido por los dioses o el vidente que sintoniza con lo divino.

Yo en fin soy ese espíritu,
desconocida esencia,
perfume misterioso,
de que es vaso el poeta.
(Rima V)

- No obstante, siempre habrá poesía, pues es independiente del poeta o de su capacidad para poderla captar:

No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira.
Podrá no haber poetas, pero siempre
¡habrá poesía!
(Rima IV)

2. El amor gozoso

- El conjunto de rimas que forman esta parte es lo que ha hecho de Bécquer el gran poeta del amor gozoso y esperanzado.
- Destaca que a la par que canta el amor gozoso, toda la naturaleza y el universo participan de ese amor. En la rima IX se sugiere el beso de los amantes que se encuentra proyectado en toda la naturaleza:

Besa el aura que gime blandamente
las leves ondas que juzgando riza;
el sol besa a la nube en occidente
y de púrpura y oro la matiza;
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar a otra llama se desliza;
y hasta el sauce, inclinándose a su peso,
al rió que le besa, vuelve un beso.
(Rima IX)

- Un amor así solo puede ser depositado en una mujer extraordinariamente bella. Las cualidades de su hermosura solo pueden ser comparadas a la hermosura que se observa en la naturaleza: ojos verdes como el mar, las mejillas rosas de escarcha cubierta, la boca de rubíes, sus cabellos son trenzas de oro…
- Entre el poeta y la amada se establece una relación de comunicación intensa, de común unión hasta el punto de presentirse el uno al otro o de identificarse:

Y en el luminoso día
y en la alta noche sombría,
si en todo cuanto rodea
al alma que te desea
te creo sentir y ver,
dime, ¿es que toco y respiro
soñando, o que en un suspiro
me das tu aliento a beber?
(Extracto Rima XXVIII)

- En su platónico amor, el poeta acabará por desear a una mujer igualmente ideal, no es suficiente poner su amor en una mujer de carne y hueso sino en una, que como describe en la rima XI, esté formada por sueño y niebla. Solo con este tipo de mujer vale la pena seguir y perseguir su amor hasta alcanzar su posesión, aunque le vaya la vida en ello.
- Amor, mujer y poesía se identifican por completo, y pasan a designar una misma realidad que es igualmente inefable e inalcanzable:

Tu, sombra aérea, que cuantas veces
voy a tocarte, te desvaneces,
como la llama, como el sonido,
como la niebla, como el gemido
del lago azul.
(Extracto Rima XV)

3. El dolor del amor

- Estas rimas parecen ejemplarizar, mas que describir, hechos concretos y autobiográficos.
- La historia de un amor, desde el inicio hasta la desolación de la separación y el olvido, pasando por la incomprensión y el dolor que provoca el amor no correspondido (hasta desear la muerte).
- El desengaño y la tristeza causada por el olvido del amor es, pues, el centro temático de este grupo de composiciones.
- De la plena identificación en las voluntades de los amantes de los poemas anteriores se pasa ahora a una oposición dolorosa. El amor y la separación es consecuencia del orgullo lo que provoca la ruptura completa y total.
- En las distintas rimas que se suceden se van tratando distintos temas. En quien tuvo la culpa, quizá la culpa fue de ella, que no supo ver el valioso fondo de su enamorado. O quizá fue el, al no valorar otras cualidades de la amada, por dejarse deslumbrar exclusivamente por su belleza física.
- También se expone los defectos de la mujer, como en la rima XXXIX:

¿A qué me lo decís? Lo sé; es mudable,
es altanera y vana y caprichosa,
antes que el sentimiento de su alma,
brotará el agua de la estéril roca.

- Tan bien se trata el tema de que la culpa sea de los dos, por no aceptarse tal como son. Y es aquí donde se destaca la oposición y el enfrentamiento entre el tú y el yo, donde más fuerza y emotividad adquiere si cabe, la poesía amorosa de Bécquer.
- La intensidad del sentimiento amoroso viene expresado de manera proporcional a la intensidad de dolor producido.
- Expresa el miedo de quedarse a solas con su dolor.

4. Desolación y muerte.

- Es la etapa más amplia de las rimas.
- Se trata el tema de la soledad, la angustia de vivir, el misterio del destino del hombre, la muerte…
- Aunque sigue habiendo alusiones al fracaso amoroso, destacan más las descripciones de la desolación, angustia y ansias de muerte producidas por la ausencia de amor.
- El escepticismo se hace presente. El poeta describe su vida como un erial, un existir en el que solo se puede recoger desgracias.
- Ante el desengaño y la frustración del amor prometido como eterno por la amada, el amante pretende ejemplarizar que solo el dolor es eterno. Pero cae en un nuevo engaño, pues el simple transcurrir del tiempo le hace caer en la cuenta de que no puede haber nada constante en lo que es humano:

Como guarda el avaro su tesoro,
guardaba mi dolor;
le quería probar que hay algo eterno
a la que eterno me juró su amor.
Mas hoy le llamo en vano y oigo al tiempo,
que le agotó, decir:
-¡Ah, barro miserable, eternamente
No podrás ni aun sufrir!
(Rima LXIV)

- La soledad se va haciendo cada vez mas absoluta. ¿Dónde poner los ojos para sentir consuelo o esperanza? ¿En los recuerdos del pasado? Si al mirar atrás solo se ha experimentado el sufrimiento:

¿De donde vengo? El más horrible y áspero
de los senderos busca;
las huellas de unos pies ensangrentados
sobre la roca dura,
los despojos de un alma hecha jirones
en las zarzas agudas,
te dirán el camino
que conduce a mi cuna.
(1ª parte Rima LXVI)

- El poeta se concibe como un huésped de las nieblas que vaga por los misteriosos espacios que separan la vigilia del sueño, que se consume en presagios de una muerte en desamparo:

¿A dónde voy? El más sombrío y triste
de los paramos cruza,
valle de eternas nieves y de eternas
melancólicas brumas.
En donde este una piedra solitaria
sin inscripción alguna,
donde habite el olvido,
allí estará mi tumba.
(2ª parte Rima LXVI)

- Vemos como coloca en un mismo plano la cuna y la sepultura – el nacer y el morir – para poner de relieve la fugacidad del tiempo o qué sentido tiene una vida sin amor, señalada por el dolor y el olvido.
- El tema de la muerte se hace mas obsesivo en la ultima parte, aunque en ocasiones la desea como una liberación de todos los pesares.
- En otros poemas manifiesta un angustiado terror apenas disimulado, no tanto a la muerte en si misma, sino a lo que la muerte lleva consigo: la soledad y la desaparición de la memoria individual y colectiva, de que no quede otra cosa de su transcurrir por la tierra mas que una ignoraba tumba.

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